lunes, 18 de noviembre de 2013

ARTÍCULO: " PODRÍA....... " publicado en la revista Respuesta Social



De chicos escuchamos muchos: “deberías”, “tendrías”, “debes de” “tienes que” y en muchas ocasiones éstas palabras son necesarias en la educación, sin embargo algunas veces  se quedan introyectadas. Muchos de estos términos tienen que ver con limitaciones de nuestros padres y  a la vez ellos los adquirieron de sus padres. Pero siendo adultos tenemos más conciencia y la responsabilidad de asumir cómo queremos vivir. Abrirnos a más posibilidades y opciones utilizando el “podría...” en lugar de “debería”.
La palabra “debería”  implica una imposición, además de un juicio tanto interno como externo. Los juicios y las críticas son patrones  heredados, entender que cuando nos sentimos libres y con opciones el “podría hacer esto.. o no…” se convierte en opción y generalmente lo hacemos con  más gusto que cuando sentimos la imposición de “debería” aun dicho por nosotros mismos para nuestras propias acciones.
Parte de la libertad y responsabilidad con nuestra persona es abrirnos a posibilidades y muchas veces esto implica comenzar a darnos permiso de ser más honestos con nosotros, de buscar realizar cosas que nos resulten placenteras, además de las que cotidianamente tengamos que realizar.
Hay que darnos permiso para cuidarnos, apapacharnos, querernos, protegernos y equilibrarnos a nosotros mismos. Solo entusiasmándonos con nuestra propia vida podemos trasmitir eso a los que nos rodean.
Hay que darnos permiso para aprovechar las oportunidades, ser auténticos y felices. Rechazar la idea de que el mundo es un valle de lágrimas.
Podemos elegir día a día respirar plenamente y al exhalar fluir.  Darnos permiso de equivocarnos y seguir intentándolo es parte de la vida; darnos permiso de intentar cosas nuevas aunque no tengamos mucha habilidad para ellas. El no hacer nada y paralizarnos es morir en vida.
Darnos  permiso para ver la vida con sentido del humor, sin ver las cosas o blanco o negro; sino abrirnos  a las posibilidades visualizando que puede ser “uno y lo otro”, o simplemente “ni lo uno ni lo otro” y no solamente “esto o esto” que nos coloca siempre en las polaridades. Eso nos permitirá  fluir más en la vida y darnos permiso de gozar cada día.
Darnos permiso tiene que ver con examinarnos profundamente y preguntarnos qué palabra generalmente tenemos en nuestro corazón “si” o “no”.  Y esa es la actitud con la que nos presentamos en nuestro actuar diario. Martín Seligman creador de la psicología positiva en su libro: “ La auténtica felicidad” comenta que el “sí o el “no” lo traemos de las actitudes de nuestros padres, qué era lo que más escuchábamos de ellos: ¿un mundo de posibilidades? O ¿un mundo de negativismo y restricciones?. Aunque los límites y la palabra “no” son importantes para la formación y seguridad de los niños, si aprendemos a usar la posibilidad no los limitamos sino solo ponemos límites. Por ejemplo: si en ese momento no les podemos o queremos comprar un helado y nos lo piden,  en lugar de un “no” decirles: - puedes elegir en que vengamos la próxima semana por el helado o elegir el postre que tengo en casa-. Así abrimos opciones además de que los ayudamos en cimentar su capacidad de decisión y los acostumbramos a que vean posibilidades en la vida.
Esas posibilidades están ligadas a darnos permiso de cosas que pueden ayudar a que tengamos una vida más placentera. Como adultos decirnos en el día: “hoy me doy permiso de….” (siempre con responsabilidad) y actuar con el “podría” nos lleva a ser personas que fluyamos más.